
21 Abr Gracias Papa Francisco
(Carta del Ministro Provincial)
Hoy es un día sumamente significativo, día de Pascua, la de Jesús y la de Francisco. Para quienes caminamos en fe, es clara la manifestación Providente del Dios que sostiene y anima la historia. Y hoy es, especialmente, un día de profunda gratitud por el servicio del Papa Francisco a la Iglesia y a la humanidad.
El 13 de marzo del 2013, celebramos con sorpresa y alegría su elección para ocupar la sede Pedro, el Pescador de Betsaida, la alegría se hizo aún mayor, cuando decide tomar el nombre de “Francisco”, después de unas horas de incertidumbre, finalmente supimos que era por el pobrecillo de Asís. Esa elección parece haber puesto el sello a su pontificado: “Quiero una Iglesia pobre para los pobres”. Inmediatamente comenzaron a hablar sus gestos, que, posteriormente fueron confirmando sus palabras.
Pasaron apenas ocho meses, y anuncia a la Iglesia y al mundo su sueño y su proyecto; quiso llamarlo “La alegría del Evangelio”: La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Con esta primera oración, recrea un anuncio renovado y audaz del sueño y las enseñanzas de Jesús, el Galileo, el Nazareno, el Carpintero, el Peregrino… en todo caso y siempre, uno de nosotros, que puso su Carpa “entre” nosotros hace poco más de dos milenios. Muchos supieron hacerse cargo y transmitir la esencia de su enseñanza. Pero a nuestra mirada hay dos que atraen particularmente nuestra atención: hace ochocientos años Francisco de Asís, y en estos días Francisco de Argentina y de Roma, que volvieron a poner sus pies en las Huellas del Maestro, con firmeza y frescura, y se hicieron portavoces audaces de su magisterio.
¡Gracias Papa Francisco por tu fidelidad al Espíritu que se manifiesta en el presente de nuestra historia!
¡Gracias por tu comprensión y tu abrazo a lo más frágil, lo más vulnerable!
¡Gracias por tu valentía y tu coraje, por ir adelante a fuerza de intuición y Evangelio!
¡Gracias por tu invitación a abrirnos al Espíritu que animó a las primeras comunidades cristianas, haciéndolas más fraternas, a organizarse más sinodalmente, a poner en el centro el Amor! ¡Ojalá estemos a la altura de continuar con tu legado! Tu paso ha sido para la Iglesia una bocanada de aire fresco. Una invitación a vivir en libertad la propuesta transformadora del Evangelio. Seguiremos caminando con la certeza de que no dejas de acompañar nuestros pasos. Supiste vivir la eternidad en el tiempo, ahora seguís tu camino viviendo el tiempo en la eternidad. Gracias Papa Francisco.
Fr Daniel. A. Fleitas Zeni OFM