Carta Saludo de nuestro Ministro Provincial por la fiesta de San Francisco

Solemnidad de nuestro Padre y Hermano Francisco

“Cristo nos ha liberado para ser libres:

manténgase firmes y no se dejen atrapar de nuevo en el yugo de la esclavitud…

hermanos, han sido llamados para vivir en libertad, 

háganse servidores los unos de los otros por medio del amor…” (Gal. 5,1.13)

¡A los Hermanos de la Provincia, a nuestra Hermanas Clarisas, a nuestros hermanos/as laicos/as que comparten nuestra vocación de menores!

            San Francisco es un personaje histórico, enmarcado entre 1182, fecha de su nacimiento, y 1226, año de su muerte, pero de ningún santo se ha escrito tanto como de él, traspasando el marco de toda literatura. Curiosamente, quien ha dado tanto que decir se propuso hablar poco y escribir menos. Aunque un personaje se lo descubre no solo por sus escritos y sus palabras sino también por sus obras, gestos, actitudes e insinuaciones, incluso por sus silencios. Francisco de Asís es un santo con innumerables y contrastantes interpretaciones. Tal vez esa riqueza de perspectivas oculte la auténtica realidad de su existencia y cause no poco desconcierto.

El Pobrecillo impacta por su simpatía, sencillez, humanidad y bondad. Incluso por sus contradicciones. Evoca serenidad, humanidad y poesía. Cautiva por su nobleza, ternura, desinterés. Ha sabido sincronizar admirablemente santidad con poesía, canto con sufrimiento, alegría con pobreza, amabilidad con austeridad. Evangelio con humanidad. Inmanencia con trascendencia. Mística con acción. Religión con los problemas más sangrantes de la vida (F. Uribe).

Nuestro santo es uno de los hombres más originales que la historia humana puede ofrecernos. Es una originalidad que no proviene de la rareza, la extravagancia o el desorden o desencanto, sino de su libertad, difícilmente igualada. Hay hombres muy originales que son resultado de la patología, de la voluntad de distinguirse y del deseo incontrolado de ser admirados. Como hay también personas que son originales porque tienen gran personalidad integrada y porque son campeones de la libertad humanizadora y creadora.

Francisco fue extraordinariamente libre. La libertad exige un largo proceso de liberación y desprendimientos. En sus escritos se repiten mucho los verbos y la palabras que significan posesión, tenencia, y abandono como por ejemplo: tener, retener, atesorar, apropiación, poseer, pertenecer, codicia, avaricia, solicitud; a lo que se opone: abandonar, dejar, perder, despreciar, dar, devolver; humildad, sencillez, pobreza. Liberándose de se consigue la libertad para. En Francisco este tipo de libertad se tradujo en una nueva forma de existir, en la que suplantó la voluntad de caprichos y de egoísmos por la voluntad de escucha, acogida y servicio (A. Merino).

Francisco no fue un teórico de la libertad. Se liberó de las fuerzas caprichosas de los propios instintos; se liberó de la vanidad de ser un personaje importante en la sociedad; se liberó del amor posesivo y apasionado; se liberó del particularismo de la propia familia; se liberó de las pasiones paralizantes; se liberó de formas convencionales de la sociedad de su tiempo; se liberó de cosas y de casas; se liberó de las formas rutinarias de la vida religiosa de aquel tiempo; se liberó de estructuras y de instituciones convencionales; se liberó de pertenecer a una sola clase social; se liberó de las Reglas de las grandes órdenes religiosas vigentes; se liberó de las formas tradicionales de dirigirse a Dios; se liberó de la gran tristeza; incluso se liberó del miedo a la muerte.

Hermanos/as vivimos tiempos complicados en nuestro país, en el mundo, en nuestra Iglesia. Que la fuerza transformadora de la libertad de Francisco nos anime a ser nosotros, espacios de libertad para nuestro pueblo. Reconocemos muchas esclavitudes, vasallajes y dependencias; es tiempo entonces de abrir caminos, de traducir en nuestros gestos y acciones, una nueva forma de existir: frente a la voluntad de las mezquindades ser espacios de acogida, de mediación, de servicio. Nuestra libertad de menores es estar allí donde el  clamor del “leproso” solicita esperanza.

Prontos a celebrar nuestro Capitulo Extraordinario sobre el Proyecto Provincial, que la libertad de nuestra vocación de hermanos y menores encuentre en Francisco un nuevo impulso renovador, de conversión, de refundación.

Acompañemos este tiempo de la Iglesia en que celebramos el Sínodo de los Jóvenes escuchando y dejándonos convocar por la fuerza de las nuevas generaciones; así como la pronta Canonización de Mons. Oscar Romero y Pablo VI hombres contemporáneos, hombres de pueblo, de riesgo, de coherencia y de entrega.

“Y restituyamos todos los bienes al Señor Dios altísimo y sumo, y reconozcamos que todos son suyos, y démosle gracias por todos ellos, ya que todos los bienes de él proceden.” (RnBXVII,17)

Feliz Fiesta y Buena Celebración, saludos a las comunidades.

Un abrazo,

Fr Daniel Fleitas

Ministro Provincial

Río Cuarto, 3 de octubre del 2018