07 Ene Celebramos la gratuidad
La frase “Celebramos la gratuidad” que se alcanza a leer sobre una imagen de un mate compartido, nos da una idea de la invitación y el marco de los festejos de los 15 años de la Casa de Jóvenes y 10 de la Fundación Franciscana que vivimos el 28 y 29 de octubre en Mariló.
Fueron dos días de festival, que concluyeron un año de festejos en los que fuimos haciendo memoria agradecida, compartiendo y soñando hacia adelante. Dos días en los que se acercó mucha gente, tanto aquellos que participan más en la Fundación como en las actividades y la vida de la Casa. Días llenos de vida donde todos, niños, jóvenes y adultos tuvieron lugar. El sábado con una tarde espectacular, una casa “vestida de fiesta”, guirnaldas, banderines, espacios para compartir afuera, placita de juegos, la casa abierta nos dispusimos a celebrar tanta vida donada, compartida, para muchos un descanso en medio de la rutina.
Si bien ya desde temprano (incluso desde la tarde anterior) hubo mucho movimiento para poner a punto todo, la gente fue llegando el sábado cerca de las 17:00hs con una tarde de sol que dio la bienvenida. Distintas propuestas – que había que elegir y que muchos no se querían perder nada! – llevadas a cabo por jóvenes de la Fundación y de la casa acontecían en simultáneo, con espacios para compartir en el medio.
Los que quisieron darle lugar a lo musical, pudieron disfrutar de un espacio de Musicoterapia donde se exploraban sonidos, emociones, instrumentos. Los que prefirieron Arteterapia fueron invitados a un espacio acompañado por íconos, un tiempo de oración, y de expresión con tintas y acuarelas. Afuera, bajo el alcanfor y en medio de un ambiente muy especial, fue el espacio de Poesía y música, donde letras y canciones brindaron el marco para una experiencia estética con una gran cuota de gratuidad. Y si hablamos de gratuidad y el don, fue el tema de un espacio de reflexión animado por un filósofo, para pensar juntos y arriesgarnos a hacer camino desde la vida a las ideas y de ahí nuevamente hacia la vida. En otro rincón y para los más chicos, aunque varios no tan niños también querían participar, fue un espacio de rondas musicales. Canciones, pintura, y juego, con dos grandes animadores, y un montón de risas y sonrisas enormes. Incluso para los más chiquitos o para los que preferían otro espacio había una plaza blanda, animada por jóvenes que suelen organizar los juegos en la Fundación.
Mientras transcurría la tarde, los encuentros, desde el fondo y como en toda fiesta no falta, la comida. Contamos con un organizadísimo buffet. Después de la bendición de nuestro ministro provincial fr. Daniel Fleitas que vino para compartir los festejos, desde la parrilla (comandada por algunas personas de la comunidad de Lanús y jóvenes del barrio) salían unas ricas hamburguesas, bondiolas, empanadas y, para acompañar, algunas bebidas.
La noche siguió con espectáculos de música de diferentes ritmos, incluso un mago que sorprendió a todos y transformó a un montón que miraban en niños, y por supuesto baile al ritmo del rock, el folclore y la cumbia. Sentados; recostados en alfombras; mirando mientras compartían; bailando; jugando a la pelota; niños durmiendo en brazos de sus madres, la noche acompañó esta celebración y acción de gracias. Los que se quedaron hasta el final ayudaron a guardar las cosas y algunos se quedaron a dormir en la casa.
El domingo, que para muchos de los que se quedaron durmiendo arrancó a media mañana, nos recibió con un abundante desayuno. Mientras íbamos viendo como estaba el clima, preparamos para compartir un almuerzo comunitario del que participaron varios de los que habían estado el sábado, llegaron más jóvenes de la casa y vino un micro entero a compartir desde la comunidad de Lanús acompañados por el hno. Hugo Almirón. Más tarde llegarían también los hermanos Gustavo, Gastón y Guillermo de La Teja, junto a Yamila una joven de la comunidad.
A la noche del sábado había llegado fr. Walter Cena desde Río Cuarto y a la madrugada del domingo fr. Ramiro de la Serna desde Mar del plata. Ambos, junto con fr. Gustavo, formaron parte de las fraternidades de estos 15+10 años. ¡Gracias por venir a compartir!
Después del almuerzo cerca de las 14:30 hrs. en la capilla grande, tuvimos teatro. La capilla de la casa se transformó en un gran escenario donde se representó la obra “Pobrecito” de Santiago Moro. Estaba completamente llena, con gradas en el fondo y los niños sentados adelante, mucha gente disfrutando. Fue un momento muy especial. Ya por el mensaje, por la alegría, por la emoción, por el reencuentro con la figura del hermano Francisco y su deseo, su búsqueda, su alegría, su sensibilidad. A la salida, los que participaron pudieron compartir con los actores.
La lluvia que había estado amenazando todo el día, al final no se hizo presente y dio lugar a que pudiéramos concluir con una eucaristía en el parque, disfrutando de un espacio muy agradable. Siguió llegando gente que no había podido participar en otros momentos. En seguida se armaron los bancos, el altar, la decoración, el coro. Todo listo para la gran acción de gracias. La misa la presidió fr. Daniel, y concelebraron fr. Claudio, fr. Ramiro, fr. Walter, fr. Gustavo, fr. Fernando y fr. Hugo. Nos acompañó un gran coro que son quienes están preparando canciones para un nuevo CD de la Casa de Jóvenes y la pastoral juvenil. El hermano Daniel dio unas palabras de agradecimiento, y predicaron fr. Walter y fr. Ramiro, como parte de los hermanos que integraron las fraternidades de la Casa de Jóvenes. En la Eucaristía se sumaron las acciones de gracias que se fueron escribiendo los dos días en forma de mate compartido, una acción de gracias por tanta vida compartida, soñada, acompañada.
Fueron dos días en los que nos dispusimos a celebrar de manera muy especial los 10 años de la Fundación Franciscana y los 15 de la Casa de Jóvenes. Fue una gran fiesta, llena de rostros, de historia, de esfuerzo, de trabajo, de alegría y de esperanza. Nombrar a todos los que participaron sería muy largo, muchas manos hicieron posible esta celebración, coordinada entre fr. Fernando y Juan José Alberdi, Nora Sequeira, Victoria Malagueño entre otros. Una gran fiesta que nos anima a volver a las intuiciones, a considerar la Casa de Jóvenes y la Fundación como una nueva Porciúncula, a la cual cuidar, defender, animarnos a la fidelidad y a conectarnos con la frescura de la intuición de Francisco.