Encuentro Provincial de Formación Juvenil en Santa Clara del Atuel – San Rafael

“¿Quién está dispuesto a desplazarse, a desaforarse, a descentrarse, a descubrirse?”(Rayuela , Julio Cortázar)

Durante los días 10 al 13 de febrero, se llevó a cabo en San Rafael, Mendoza, un Encuentro de formación, propuesto desde la Comisión Pastoral Juvenil vocacional de la Provincia.
Nos acompañó parte del equipo de educadores del centro de formación Talita Kum con un programa de actividades, bajo el lema “preparen el camino” en el que se profundizo en tres ejes: “análisis de la situación actual de los jóvenes”, “espiritualidad” y “seguimiento de Jesús”.

Gracias a la metodología propuesta, los jóvenes pudieron compartir honda y sinceramente, participar, escuchar y sentirse escuchados, siendo los protagonistas de estos días compartidos.

También nos acompañó Fray Cristian y Lucho Lucato, quienes desde la vida de Francisco nos invitaron y desafiaron a pensar nuevas formas de vivir la espiritualidad franciscana que nos identifiquen y para seguir en camino.

Además, compartimos y disfrutamos una noche de velada, en la cual cada comunidad nos regaló un numero lúdico y artístico para concluir el día, festejando el experimentarnos hermanos. Cabe destacar, que el cierre de cada jornada fue con la celebración de la Eucaristía. Finalmente continuamos fraternizando con un día de recreación en contacto con la naturaleza.

Desde el comienzo los participantes contagiaron su alegría y predisposición para saborear el encuentro, sus ganas de aprender, compartir y conocer lo que existe “más allá” sus propias comunidades. En todo momento mostraron una apertura y participación muy fructuosa tanto en los espacios de formación como los espacios libres.

En lo personal, estoy muy agradecido por todo lo vivido, por el espacio creado, por la colaboración de frailes y laicos para facilitar este encuentro. Me sentí muy acompañado y motivado en todo tiempo. Estoy muy conmovido por todo lo que se generó, y aun se sigue generando, me encuentro muy esperanzado y entusiasta con todo lo que sigue.
Con mis compañeros  de comisión pudimos, por un lado, participar como uno más de cada actividad, lo cual nos permitió vivenciar  de cerca cada experiencia y sensación de los jóvenes, y por otro, como equipo, pudimos  compartir en profundidad, alimentar los vínculos y potenciar nuestro compromiso de seguir trabajando y soñando.
Seguimos creyendo en el valor que tiene la formación y el poder encontrarnos, porque nos entusiasma, nos enciende, creamos lazos, ampliamos nuestros horizontes, nos da sentido de pertenencia, nos ayuda a descubrir y desarrollar nuestras capacidades, nuestra creatividad y nos invita a ponerla al servicio del otro. Nos pone en movimiento y en camino, no solo en lo particular de cada persona, o cada comunidad, sino también, desde la Provincia San Francisco Solano, como una gran familia.

Todo el esfuerzo realizado, tiene totalmente un sentido, que fue visible desde el primer momento que compartimos. El encuentro nos transforma.

Seguimos en camino… y estamos dispuestos!

Julián Blanco – Comisión de Pastoral Juvenil – vocacional.

                                                           

Un testimonio desde Mar del Plata…

En lo personal el Encuentro en San Rafael dibujo en el corazón un “volver a casa”, reencontrarme con ese fuego del Jesús de Francisco que una vez había quemado mi vida y si bien sigue ardiendo, de tanto en tanto, o al menos en el hoy se hace necesario volver a mirar con cariño el punto de partida.

La propuesta de Talita es superadora y cuestionadora de los esquemas armados y sostenidos por muchos en el tiempo, re-pensar la espiritualidad, el acercarse al “mundo juvenil”, mirarlo con esperanza y buscando herramientas para poder ayudarlos cada vez a parir más Vida entre ellos, esa misma Vida que siempre nos es un regalo para quienes estamos cerca.

Me vine con el deseo que mucho de lo laburado pueda empezar a plasmarse en la pastoral de los colegios, al menos con pequeños pasos, para poder sentirnos también partes de un “todo” a lo largo y ancho del país, que podamos “hilvanar” ese hilo invisible que une una comunidad con otra.

Algo que por momento me puso la piel de gallina, fue la compartida con tanto amor y convicción de la propia cultura que nos regalaron los hermanos de las comunidades del norte… ¡bellísimo momento!

Un Gracias gigante a la Orden por apostar a los Jóvenes y animarnos a seguir trabajando con ellos y para ellos, con el fueguito de Francisco; otro Gracias maaaaas grande todavía al Dios de la Vida que se sigue jugando por Nosotros!

Noe – Mar del Plata.