En la casa del Noviciado-Postulantado Interprovincial de San Antonio de Arredondo tuvo lugar el pasado domingo 11 de Abril, el ingreso de los hermanos postulantes de primero año, ellos son Gonzalo Miguel Nacul, (Tucumán), Rodrigo Ignacio Miná (Buenos Aires), Santiago Juan Moray (Buenos Aires), Nicolás Saiz González (San Juan) pertenecientes a nuestra Provincia San Francisco Solano, y Jonathan Mansilla (Córdoba) perteneciente a la Provincia de Asunción.

En la ceremonia participaron los Ministros Provinciales fr. Daniel Fleitas ofm de nuestra Provincia y fr. Emilio Andrada ofm de la Provincia de la Asunción, los hermanos formadores de la casa, los hermanos postulantes de 2do año, los hermanos novicios, y hermanos profesos de las fraternidades cercanas de Río Cuarto y Córdoba en forma presencial. En forma virtual, conectados con la ciudad de Asunción del Paraguay, los hermanos de esa fraternidad dieron ingreso simultáneamente a dos hermanos postulantes paraguayos, que sumados a dos hermanos postulantes chilenos formarán parte del grupo de postulantado 2021, que se integrarán en la casa cuando pasen las restricciones de circulación debido a la pandemia que atravesamos.

Nuestro hermano Ministro, fr. Daniel dirigió unas palabras a los hermanos que ingresaban “animándolos a un tiempo de gracia, a iniciar este proceso de discernimiento en la fraternidad desde dos cualidades fundamentales como frutos de la Pascua, la Alegría que el don de Dios  cuando se presencia sostiene nuestra paz y esperanza y desde la verdad de, los que cada uno es, de los que somos, la verdad es la tierra donde Dios siembre, la verdad es la fuente de toda posibilidad de entrega. La verdad de la historia personal. Asimismo, instó a los hermanos, a recrear nuestra forma de vida de desde el sueño mismo de Francisco de Asís, poniendo toda la intención en la relación de amor con el Señor, estamos aquí porque estamos enamorados de Jesús, del Resucitado, ésa es la pasión que nos mueve y anima, el horizonte que da sentido a nuestras búsquedas. También les recordó las mediciones necesarias para el proceso de discernimiento, las relaciones entre sus hermanos pares espacio donde van construyendo fraternidad; los formadores en sus singularidad, en sus funciones y en el testimonio vivo de nuestra forma de vida; y la interprovincialdad, como lugar privilegiado para crecer en el sentido de Orden”.

Con alegría y calidez fraterna compartimos luego el almuerzo en el quincho de la casa, regocijándonos en el encuentro y gozo de recibir a nuestros hermanos a la experiencia vivencial de nuestra forma de vida.

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