14 Dic Mensaje del Ministro y Equipo de Animación – Servicios y Fraternidades para el Próximo trienio
Río Cuarto, 8 de diciembre del 2022
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María
Inicio del año de aniversario de la aprobación de nuestra forma de vida
¡Queridos Hermanos, el Señor les dé su Paz!
“Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan alas como las águilas;
corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan.” (Is. 40,31)
- Hemos celebrado nuestro XI Capítulo Provincial, con la novedad y constatación de que somos débiles, y abrazados con una certeza que nos desborda, la del Evangelio. Después de años “extraños” nos reencontramos para celebrar el don de nuestra vocación y soñar juntos posibilidades nuevas para nuestra forma de vida. Aunque nos confunda la impotencia de la enfermedad, el cansancio de nuestras historias, la insignificancia del número, y las distancias de nuestras opiniones, celebramos el camino, nuestra peregrinación y el bien que nos inunda.
El Capítulo nos reveló lo que somos y lo que podemos, somos una pequeña porción de la Orden dispuesta a poner medios, a generar cambios, a dejarse conmover por el llamado siempre nuevo de la conversión. Necesitamos transformar, cambiar, convertir nuestras estructuras personales y fraternas en realidades más dinámicas, agiles y contenedoras de sentido.
Creemos que podemos desplegar nuestras alas, siempre y cuando reconozcamos los que somos y lo que podemos, que acordemos mediaciones y puentes entre nosotros. Es necesario renovar nuestras fuerzas para dar continuidad a nuestros sueños. La resignificación es nuestra prioridad, la redimensión es la esperanza que nos anima.
“Y la esperanza no quedará defraudada,
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que se nos ha dado” (Rm. 5,5)
- Siempre hay motivos para la esperanza. Vivimos en un mundo que a veces invita al desaliento. Todos tenemos motivos para la queja, porque deseamos mucho, y lo deseamos con impaciencia. Está bien desear. Es señal de que estamos vivos. Pero es necesario poner nuestros deseos en un horizonte de realidad. Y ser capaces de equilibrarlos con los logros, con lo que ya hay de bendición en nuestra vida y con la aceptación de la espera en estas historias nuestras tan urgidas por lo inmediato.
Es verdad que hay algunos motivos, personales, sociales y fraternos, para el desaliento el escepticismo. Si queremos poner el foco en todo lo que no funciona, podemos detenernos en muchas heridas: desigualdad, injusticia, corrupción, egoísmos, mentiras, abusos de poder, vacíos… y podríamos continuar el recorrido. Todos conocemos historias difíciles y hasta las padecemos. Y cada uno se sostiene como mejor puede.
Son tiempos propicios para recuperar la esperanza, para anunciar la esperanza. Son tiempos para una confianza más radical. Tiempos para aferrarse a las promesas, a las palabras dichas, a los sentidos profundos. Son momentos para desenterrar los motivos. Porque en realidad hay en nuestra vida y en nuestra fe muchas razones para reír, para esperar, para luchar. Nuestra historia es increíble.
La fe es una buena noticia para cada vida y para el mundo. Siempre estamos a tiempo para escuchar ese grito que atraviesa el tiempo y la historia, el grito de un Dios que cree en cada uno de nosotros. Siempre estamos a tiempo para recordar la sencillez de una mesa compartida, la promesa de una tierra nueva o la pasión por nosotros de un Dios que susurra nuestro nombre con infinita ternura.
“En aquel día envió el Señor su misericordia.
Y en la noche su canto” (OfP. Sal. 15,4)
Vivir el evangelio es una ambición, una locura, algo que nos desborda por todos lados, pero merece la pena intentarlo. Aunque lo hacemos con pies de barro y muy conscientes de la desproporción entre el reto y la realidad frágil de uno mismo; aunque nos miremos en el espejo que es Jesús, y nos vemos pequeños, limitados; la Buena Noticia, aunque intuida, no depende de las propias fuerzas, y sin embargo es capaz de ponernos en marcha.
Cuando soñamos con un mundo más fraterno, con fraternidades significativas, más humanas, más abiertas, y a la vez damos espacio a la fe, descubrimos que la historia y toda vida humana está atravesada por la verdad del evangelio, buena noticia. Porque las grandes parábolas hablan de nuestro presente, del bien que es posible y está en marcha. Relatos que descubren lo profundo de nuestra realidad y las posibilidades siempre nuevas de lo mejor, del cambio, de la transformación.
Necesitamos continuar y emprender un camino de transformación: de nuestras relaciones, de nuestro sistema, de la vida fraterna, de la vida religiosa que creemos y abrazamos. Necesitamos escuchar la palabra que nos llama e interpela al cambio, la voz de nuestra gente, de la palabra viva de la escritura, de la palabra de nuestras propias realidades personales.
Todos tenemos que ser protagonistas de cuidar nuestras mediaciones que tanto bien nos hacen, del diálogo, del encuentro, de la oración en común, del capítulo fraterno, del proyectar juntos.
No a la mentira desnaturalizada o a los engaños destructivos. Basta de aplazamientos, de condiciones y demoras. Es hora de confiar en la promesa de Vida, en el evangelio, en el pan de todos. Aunque parezca insensato, aunque resulte difícil abrir los brazos y cargar la cruz, el riesgo asuste, y la seguridad encante; aunque dé vértigo seguir el paso de un Dios pobre, o aterra sentirse incapaz, o fracasar en el intento, y siempre parezca demasiado pronto; creemos que da más miedo vivir a medias, o no vivir en realidad. Es hora de sellar la alianza y tomar el timón para navegar hacia el terreno de la bienaventuranza.
“Quítate tu ropa de aflicción…. dirige tu mirada hacia el Oriente…
Dios te conducirá hacia la alegría, acompañándote con su misericordia y su justicia” (Bc. 5)
Estamos en una época de cambios y no sólo en un cambio de época. La expresión entró ya en nuestros discursos y conversaciones. Algunos dicen que la pandemia no hizo más que acelerar este proceso, por eso quizás nos encontramos un poco más confundidos porque experimentamos la debilidad de tantas de nuestras propuestas que parecían funcionar.
Hay una expresión que quisiera compartir, que me resulta muy significativa. ¡En cambios de época no es suficiente resistir y no tiene sentido hablar de resiliencia… sino que se requiere la capacidad de ser regenerativos! La afirmación tiene valor sea a nivel personal que a nivel institucional. La crisis reclama la precariedad de lo humano, y allí mismo se encuentra el empuje, aunque doloroso, hacia la renovación. La historia es rica de enseñanzas al respecto. Se trata entonces de producir respuestas innovadoras y no simplemente de repetir en modo más o menos actualizado lo que siempre se hizo: ¡son necesarios elementos de discontinuidad, de oportunidades que sólo la crisis puede ofrecer!
En muchas ocasiones el Papa nos recuerda el riesgo de transformar algunas de nuestras realidades en museos grises, sin belleza y sin pasión: es “la psicología de la tumba”, que apaga y mata todo pequeño brote de vida. “Mas que el temor a equivocarnos, espero que nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan una falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos” (EG. 49)
Abrirse a lo que viene, no mirarse al espejo, dar espacio y atención a lo que viene de abajo, de la gente, de la calle, de lo ordinario de la vida de las personas: actitudes que para el Papa Francisco constituyen el corazón de la experiencia sinodal. Se trata de una ocasión no tanto para repetir fórmulas antiguas sino para asumir un estilo nuevo que, entrelazando el encuentro entre las personas y con la fuerza del Espíritu, sepa renovar en profundidad el modo de nuestro ser Fraternidad, de ser menores, de ser Iglesia.
“Hoy, que las redes y los instrumentos de la comunicación humana han alcanzado desarrollos inauditos, sentimos el desafío de descubrir y transmitir la “mística” de vivir juntos, de mezclarnos, de encontrarnos, de tomarnos de los brazos, de apoyarnos, de participar de esa marea algo caótica que puede convertirse en una verdadera experiencia de fraternidad, en una caravana solidaria, en una santa peregrinación. De este modo, las mayores posibilidades de comunicación se traducirán en más posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos. Si pudiéramos seguir ese camino, ¡sería algo tan bueno, tan sanador, tan liberador, tan esperanzador! Salir de sí mismo para unirse a otros hace bien” (EG. 87)
Como hermanos menores tenemos la tarea y la responsabilidad de recordar a todos los cristianos, con el propio estilo de vida, que somos «peregrinos y forasteros en este mundo», que nuestra vida es un éxodo progresivo. Somos una identidad en camino. Vivimos una dinámica de conversión continua, proyectado hacia la etapa final del Reino, vivimos entre el ya y el todavía no. Hermanos, que ningún lugar o espacio o querencia opaque nuestro anuncio.
“Alégrate!!…
Yo hago nueva todas las cosas…
porque no hay nada imposible para Dios. ” (Ap. 21,5 Lc. 1,28.37)
- Convocados por el Congreso Capitular los hermanos del Definitorio junto a nuestro visitador fr Nestor Schwerz ofm, quisimos admirarnos por la novedad, antes que la opacidad de lo imposible. No queremos que el temor tenga la última palabra sobre nuestra vida. Los animamos a ser creativos y audaces, a dejarnos llevar por la Vida que empuja. Que este camino de preñez dé a luz el “favor de Dios” para su Pueblo. La vivencia profunda de nuestro ser fraternidad provincial, nos ha llevado a opciones y decisiones en vistas a la redimensión de nuestra vocación y misión. El privilegio del protagonismo de los laicos, antes que una opción es un don para la conversión en nuestra forma de vida.
Al momento de presentar la formación de las fraternidades en el proceso de REDIMENSIÓN-RESIGNIFICACIÓN DE LA PROVINCIA es oportuno tener en cuenta que vivir el don del evangelio y restituirlo al mundo, como hermanos menores, nos exige un discernimiento permanente, una seria revisión de nuestras opciones prácticas y “la osadía de ensayar caminos inéditos de presencia y testimonio” (Shc 33).
Desde hace tiempo la Orden nos viene animando y comprometiendo a salvaguardar, fortalecer y renovar aquello que nos constituye como hermanos menores. Para ello hemos visto, de manera especial en el capítulo, los síntomas de malestar que se producen en nuestras fraternidades, los cuales nos están hablando de la necesidad de purificar, revitalizar y renovar nuestras presencias. También los signos de vida nos animan a responder a todo esto con generosidad, creatividad y valentía.
La Resignificación de nuestra Provincia tiene como desafíos dos realidades, presencias y fraternidad. Partiendo del tipo de presencia, podremos redefinir mejor las formas de nuestras fraternidades. El término presencia indica y da por descontado que debemos estar presentes y no ausentes; pero puede cambiar su forma o modo. Hay que privilegiar el carisma antes que la obra. Una presencia nueva desde el carisma provincial, puede ser la misión compartida con laicos, de forma mixta o independiente.
Todos somos conscientes de la realidad de cada una de nuestras fraternidades. Las relaciones humanas son muy complejas. No siempre se puede coincidir en personalidades, caracteres y gustos. Hay distintas formas de comunicación entre nosotros, distintas mentalidades, percepciones y formas de resolver las diferencias. Mientras las divisiones y las fragmentaciones de todo tipo son la realidad en la que vivimos, una fraternidad sana y espiritualmente sólida es una buena noticia del Reino, profecía. Para que nuestras fraternidades sean significativas y proféticas hace falta, un plus de significado, a la respuesta sobre por qué estamos juntos
“No temas… porque Dios te ha favorecido…” (Lc. 1,30)
- Luego de haber reflexionado sobre la Opciones del Capítulo del 2019 y 2022, y de haber escuchado a los hermanos, el Definitorio Provincial reafirma la necesidad de dar pasos en el camino de REDIMENSIÓN de nuestra Provincia, así como la de iniciar procesos junto a las comunidades laicales. El definitorio de febrero y marzo establecerá la animación para este trienio.
6.1. Con dolor y realismo efectivizamos lo que entendemos es prioritario en este trienio. Sin duda nuestras Casas de Formación, de Profesos temporales y de Postulantado, tienen que ser cuidadas y acompañadas.
6.2. Hemos dialogado con los Obispos en las que nuestras presencias serán redimensionadas.
6.3. Proponemos que las Guardianías con las Casas Filiales inicien una nueva forma de acompañarse. Así lo intuimos en el Capítulo, creemos que la interdependencia es fundamental para cuidarnos y alentar nuestra vocación. Animamos a cada uno de los hermanos a ser creativamente solidarios y a comprometerse el uno por el otro.
6.4. Todos y cada uno de los hermanos estamos llamado a protagonizar el proceso de redimensión de nuestras presencias. Les pedimos sean generosos y disponibles para acompañarnos.
6.5. Junto al plan de Animación que propondremos en febrero-marzo, también estarán los Definidores o Animadores Zonales, conformes nos pide el Capítulo Provincial.
6.6. Creemos que las Comisiones podrían elegir sus propios coordinadores y proponer la forma de trabajo que crean conveniente.
6.7. Queremos seguir trabajando en una Pastoral Juvenil en conjunto, y acompañada por las distintas realidades de la Provincia. Nombramos un hermano por cada zona para darle mayor fuerza y creatividad al trabajo.
6.8. Queremos cultivar una cultura del buen trato y el cuidado. Queremos que todos se sientan respetados y valorados en nuestras comunidades y entre nosotros. Queremos desterrar todo tipo de abuso o de maltrato entre nosotros. Esta será la tarea que emprenderá la nueva oficina de cuidado y prevención.
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TABLA CAPITULAR
2022-2025
PROVINCIA SAN FRANCISCO SOLANO
GOBIERNO DE LA PROVINCIA
MINISTRO PROVINCIAL
Fr. Daniel Alejandro Fleitas, ofm
VICARIO PROVINCIAL
Fr. Claudio Darío Equiza, ofm
DEFINIDORES PROVINCIALES
Fr. Nicolás Aguilar, ofm
Fr. Jorge G. Ballarati, ofm
Fr. Rodolfo C. Sosa, ofm
Fr. Federico C. Rodríguez Schmädke, ofm
OFICIOS PROVINCIALES
SECRETARIO PROVINCIAL
Fr. Oscar Pérez ofm
NOTARIO DE LA PROVINCIA
Fr. Oscar Pérez ofm
ECÓNOMO PROVINCIAL
Fr. Claudio Equiza, ofm
Administración Provincial: Marcelo Gaumet, Mauricio Gaumet, y Ministro Provincial.
SECRETARÍA PARA LA FORMACIÓN Y LOS ESTUDIOS
Secretario: Fr. Fernando Ferrario, ofm
Formación Permanente (moderador)
Ministro Provincial
Under Ten (referente)
Fr. Claudio Equiza, ofm
Profesión Temporal (maestro)
Fr. Ramiro de la Serna, ofm
Postulantado (maestro)
Fr. Nicolás Aguilar, ofm
C.P.V (animador)
Fr. Fernando Ferrario, ofm
SECRETARÍA PARA LA MISIÓN Y EVANGELIZACIÓN
Secretario: Fr. Rodolfo César Sosa, ofm
Comisión Parroquias, Santuarios y Basílicas
Fr. Federico Rodríguez, ofm
Representación Comunidades laicales
Equipo a designar
Comisión de Pastoral Juvenil Vocacional
(Definidor Referente: fr. Federico Rodríguez, ofm)
Fr. Jesús H. A. Gómez, ofm
Fr. Gastón López Marín, ofm
Fr. Juan Fagioli, ofm
Laicos a designar
Comisión Pastoral-Pedagógica de Educación
(Definidor referente: fr. Claudio Equiza, ofm)
Presidente: Sra. Mariana Forestiero
Equipo a designar
Asesoría Pastoral
Sra. Josefina Gourdy Allende
JPIC
Acción Social, Fundaciones y Voluntariado
Fraternidad de Pichanal
Equipo de laicos a designar
Fundación Franciscana
Claudio Equiza ofm
Oficina de Cuidado y Prevención
Agustín Jara Podestá ofm
Equipo de laicos a designar
OFS Asistente Nacional
Raúl Lombardini ofm
Asistente Hermanas Clarisas
Monasterio de Puan: fr. Daniel Fleitas, ofm
Monasterio de Puerto Esperanza: fr. Ramiro de la Serna, ofm
Patrimonio Histórico Cultural de la Provincia
Sergio Martín ofm
Oficina de Comunicación Provincial
Fr. Oscar Pérez ofm
Fr. Fernando Ferrario ofm
Laicos a designar
REDIMENSIÓN DE NUESTRA PROVINCIA
FORMACIÓN DE FRATERNIDADES
ZONA NORTE
Centro Misional Santa Teresita
Aguaray
Fr. Juan R. Velásquez, ofm (Guardián, Administrador Parroquial)
Fr. Martín A. Caserta, ofm (Vicario, Ecónomo, Voluntariado)
Fr. Jesús H. A. Gómez ofm
En proceso de Redimensión Tartagal
Fr. Rodolfo César Sosa ofm (Adm. Parroquial)
Fr. Bernardo Aguirre, ofm
Definitorio Provincial
Fraternidad Convento San Francisco
Salta
Fr. César Sosa, ofm (Guardián, Rector Basílica, Dr. Centro Cultural, Referente Past. Colegio)
Fr. Michael Patrick Moore, ofm (Vicario, Ecónomo)
Fr. José Antonio Benni, ofm
Fr. Rafael Alfageme, ofm
Fr. José Luis Guirado, ofm (Experiencia de Contemplación y Misión, Tafí)
Fraternidad Virgen de la Peña – Casa Filial de Salta
La Peña Yariguarenda
Fr. Rubén J. Sica, ofm (Animador Local, Rector Santuario, Ecónomo)
Fr. Walter G. Cena, ofm
Fraternidad San Francisco- Casa Filial de Salta
Centro Misionero Aborigen – Pichanal
Fr. Elbio R. Cruz, ofm (Animador local, Agente Pastoral)
Fr. Guillermo Schattenhofer ofm (Ecónomo)
Fr. Maximilano Ruíz, ofm
Fraternidad Convento San Francisco
Jujuy
Fr. Alfredo Olivera, ofm (Guardián, Ecónomo, Rector Basílica)
Fr. Dante J. D. Ríos, ofm (Vicario, Dir. Centro Cultural)
Fr. César A. Puigdomenech, ofm
Fr. Roberto F. Mamaní, ofm
ZONA CENTRO
Fraternidad San Francisco
San Juan
Fr. Jorge Gabriel Ballarati, ofm (Guardián, Adm. Parroquial, RL)
Fr. Bernardo Aguirre, ofm (Vicario)
Fr. José Grau, ofm (Ecónomo)
Fraternidad San Antonio
San Rafael
Fr. Luis Raúl Lombardini, ofm (Guardián y Ecónomo)
Fr. Agustín Jara Podestá, ofm (Vicario, Adm. Parroquial)
Fr. Gastón López Marín, ofm (Referente Pastoral del Colegio)
Fraternidad San Francisco Solano
Río Cuarto
Fr. Gustavo A. Valenzuela, ofm (Guardián, Rector Templo)
Fr. Oscar Pérez, ofm (Vicario, Ecónomo)
Fr. Sergio G. Martín, ofm (Referente Past. Colegio V. Mercedes)
Fr. Daniel A. Fleitas ofm (Ministro Provincial)
ZONA BUENOS AIRES
Fraternidad San Antonio, Santa Clara y San Miguel
Ciudadela – Lanús
Fr. Mateo Krupsky, ofm (Guardián, Ecónomo, Adm. Parroquial San Antonio, Referente Past. Colegio)
Fr. Miguel Cobo Guzmán, ofm (Capellán Santa Clara)
Fr. Pelagio Antonio Benavides, ofm
Fr. Hugo A. Almirón, ofm (Vicario, Adm. Parroquial La Merced y San Miguel-Lanús, Referente Past. Colegio) (residiendo en Lanús)
Fr. Pablo Osvaldo J. Sánchez, ofm (residiendo en Lanús)
Fraternidad Hermano Francisco
Casa de Jóvenes- Casa de Formación – Lomas de Mariló
Fr. Ramiro de la Serna, ofm (Guardián, Maestro)
Fr. Claudio D. Equiza, ofm (Vicario)
Fr. Fernando Ferrario, ofm (Ecónomo)
Fr. Juan Fagioli, ofm (Profeso Temporal)
Fr Juan Pablo Beraldo de Quiróz, ofm (Profeso Temporal)
Fr. Rodrigo G. Fernández ofm (Profeso Temporal)
Fraternidad San Cayetano – Casa Filial de Mariló
Casa de Formación – La Teja
Fr. Nicolás Aguilar, ofm (Animador Local, Maestro Postulantes)
Fr. Rodolfo H. Viano, ofm (Agente Pastoral)
Fraternidad San Francisco
Mar del Plata
Fr. Federico C. Rodríguez, ofm (Guardián, Párroco, Referente Past. Colegio)
Fr. Rolando Gabriel Brites, ofm (Vicario y Ecónomo)
Fr. Cristián Isla Casares, ofm
Fr. Pascual Di Saverio, ofm
En proceso de Redimensión – Casa Filial de Mar del Plata
Puan
Fr. Emilio E. Escayola, ofm (Animador local, Ecónomo, Capellán del Monasterio)
Fr. Ricardo Roque Landart, ofm (Adm. Parroquial)
Al servicio de la Orden
Fr. César Javier Orduña, ofm (Profesor de Teología, en la PUA, Roma)
Fr. Adrián E. Loza, ofm (Proyecto Turquía)
Fr. Carlos G. Paz, ofm, (Ministro Provincial en Chile)
Al servicio de la Iglesia
Mons. Fr José Adolfo Larregain, ofm (Obispo auxiliar de Corrientes)
***
Estamos en camino Jesús, porque sos la piedra que fundamenta nuestra vida;
estamos en camino Jesús porque sos la fuente que calma nuestra sed;
estamos en camino Jesús porque sos el pan gratuito y cotidiano que nos alimenta.
Estamos en camino, porque vos sos el Camino.
A imagen de tu providencia, Dios camino, queremos ser hermanos, ser Provincia, ser Iglesia.
Que nuestra Madre María, mujer de la esperanza, acompañe nuestros pasos.
Francisco y Clara de Asís, y nuestro hermano Francisco Solano, enciendan nuestros deseos de evangelio.
Amén.
Un abrazo fraterno, a todos y cada uno, ¡Feliz Navidad!
Fr. Nicolás Aguilar ofm, Definidor Provincial
Fr. Jorge Ballarati ofm, Definidor Provincial
Cesar Sosa ofm Definidor Provincial
Fr. Federico Rodriguez Schmädke ofm, Definidor Provincial
Fr. Claudio Equiza ofm, Vicario Provincial
fr. Oscar Pérez ofm Secretario Provincial | fr. Daniel Fleitas ofm Ministro Provincial |